Aquí no se rinde nadie

Hay un sueño que sueñan los que sobran.
Sueñan que sueñan con ser parte de una parte de la  historia.

En sueños, sueñan que los dejan soñar,
y ven sus nombres escritos en las nubes,
escritos por las manos de sus hijos que nacen liberando.

Pero ni soñar que sueñan pueden.
Ni decir las ganas pueden.
Ni contar estrellas pueden.
Ni leerles cuentos a los niños que esconden dentro pueden.

Y entonces uno soñar los deja.
Entonces no hay excusas para no entregar
la vida, ni el futuro, ni el futuro del presente.

Y uno los dejó soñar.
Y entonces lo defendemos como a las madres cuando acunan.
Por eso no se mata al que hace feliz a un pueblo.
"Porque el que muere por la vida no puede llamarse muerto."
Sólo por eso alcanza. Por dejar soñar alcanza.

No se llora por deber. Es tristeza.
Y por eso se llora.

No se escribe porque las letras den vida,
se escribe porque se extraña tanta vida.

Hasta la victoria siempre.