La pena del incrédulo

No voy a poder escribir
porque se siente un asco inmenso
que viene de ayer, y de antes.

Con un dolor en el vientre
porque vómitos de madrugada;
unos ineludibles, y de los otros.

Las mandíbulas tensas y gastadas
porque rechinar de asco y culpa
durante una velada exquisita.

Así y todo no voy a poder
porque el talco es más blanco
que la nieve y la luna,
cuando despreciar la noche y el frío.

Así
y
nada, cocaína
me apena ser
tan
iluso.

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