Once

El que no sabe de nombres
sólo de números.
Precios, descuentos, por menor, por mayor.
De día y de noche...

De día inefable,
el palacio de la reventa, del vivir vendiendo lo vendido:
mecaderes, telas, y el dinero que reparten,
mal reparten.
Y siempre un amigo o dos, que viven por ahí.

Nadie sabe si es un barrio, un mercado,
o un lugar en el medio de algo.

El Once. A donde nunca queremos ir,
pero tiene que existir..
Que precios, que variedad. Eso sí, mala calidad.
"Seguro que al lado más barato" pero ya me quiero ir.

El Once, con número por nombre,
sólo sabe de números.
una estación, una plaza con tumba,
cien mil colectivos, tres subtes,
ciento noventa y cuatro pibes muertos,
una desidia.

¡Qué variedad! A donde nunca queremos ir.
¡Y de noche! A donde nunca queremos ir.

Persianas bajas. Algún amigo siempre vive por ahí.
¡Y de noche! Nadie sabe de nombres.
Sólo de números:
Una bolsa, de diez.
¿Cuánto por ciencuenta?
¡Y de noche! Nadie sabe de nombres.
Mejor no saber.
Y algún amigo que siempre vive por ahí.
Uno o dos amigos.
En Once.
Con veinte o cincuenta.

En Once nunca se comparte.
En Once se reparte.
La tela y la cocaína
nunca se comparten.
Se reparten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario